Los cuatro estómagos de las vacas

Vacas mirándote, fíjamente (Imagen de newscientist.com)

Sí, seguro que al leer el título de este post muchos habéis aprendido, de repente, que las vacas tienen cuatro estómagos (bueno, realmente un estómago con cuatro partes bien diferenciadas). Creo que es un tema muy interesante para empezar el año, ahora que os habéis atiborrado hasta los topes de turrón, marisco, y esa clase de cosas que comemos los seres humanos. Sin embargo, es evidente que nosotros no somos como las vacas, así que ojito con vuestro único estómago.

Todos los animales considerados rumiantes tienen cuatro estómagos, y entre ellos podemos encontrar no solo a las vacas, sino también a los toros, cabras y camellos, por ejemplo. La RAE define rumiante como «Mamífero artiodáctilo patihendido, que se alimenta de vegetales, carece de dientes incisivos en la mandíbula superior, y tiene el estómago compuesto de cuatro cavidades».

¿Y porqué cuatro cavidades? ¿No les basta con una? La razón es que necesitan digerir bien la celulosa, que se encuentra en los pastos, el heno y la hierba, y para ello la digestión debe ser más prolongada. El proceso es el siguiente: la comida se ingiere y pasa al primer compartimento, llamado rumen, donde se empieza a descomponer la celulosa. Luego el alimento vuelve a la boca para ser masticado de nuevo (por eso casi siempre que veis a un rumiante está masticando…haced memoria). Después pasa a la segunda cavidad (el retículo) y de ahí a la tercera y cuarta (llamadas omaso y abomaso, respectivamente). Creo que no es necesario decir como elimina la vaca los desechos de su comida.

(Imagen de mun.ca)

Ahora cada vez que veáis a un camello, toro, vaca o similares fijo que le miraréis la boca para ver si está masticando o no. Y ahora dos curiosidades…

Este año, en Suiza, un grupo de investigadores se puso a pensar en el misterio de los estómagos de las vacas y encontraron una forma de entender más del asunto. Necesitaban ver que le pasaba al alimento mientras era digerido y no se complicaron la vida: cogieron a catorce vacas y mediante una operación les hicieron una ventada de 20 cm de diámetro en uno de sus estómagos. Las vacas están vivas y son felices, y cada vez que quieren saber lo que tienen dentro sencillamente abren la tapa y miran el interior. Podéis informaros más en esta noticia.

Y para terminar, ¿sabéis en que ocupa una vaca su día? Aquí os dejo un gráfico para que lo veáis. Solo os doy una pista: se pasan la mitad del día echadas descansando. Aquí tenéis el estudio completo.

(Gráfico de web.altagenetics.com, bit.ly/1xpCT3y)

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